Wayne Cordeiro

El liderazgo, en el pasado ha sido definido en miles de formas: organizativo, táctico, técnico, ejecutivo y gerencial. Ha sido utilizado para describir al líder de 360-grados, el líder de 180-grados, el líder en-vacío o el líder-adelantado.

¿Pero que es  lo que en el fondo, define a un líder? ¿Cuál es el estándar para evaluar o la rúbrica por la cual un líder debe ser calificado? En pocas palabras,  una de las rúbrica s de un líder puede ser viendo la cantidad de otros líderes que ellos producen. Un hombre dijo, “Si dices que eres un líder pero nadie esta siguiendo tus pisadas, tu solo estas dando un paseo.”

Lo esencial para un buen liderazgo no se encuentra simplemente en el conteo de la multitud. Es descubierto en el conteo de líderes que se levantan de la multitud. Esto es lo que cambia una carrera corta en una a largo plazo,  un chorro en géiser, una tendencia en un patrón. Es la capacidad de un líder de reproducirse muchas veces que sería su legado. Bromeo con los misioneros que si se salen del campo de misión, y no se han reproducido en docenas de líderes indígenas, ellos no han sido realmente misioneros. Ellos han estado simplemente en un larga, excursión exótica.

2 de Timoteo 2:2 nos recuerda de esto:

“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”

La esfera completa de un verdadero liderazgo es vista cuando los que he discipulado y liderado, ahora están discipulando y liderando a otros. No es la cantidad de la multitud. Es en la cantidad de la segunda generación de líderes. Jesús entendió la rúbrica de liderazgo. El comenzó eligiendo a doce quienes extenderían su liderazgo. Fue construyendo equipos de líderes … que serían Su legado.

Ahora, aquí está el problema.

A menudo los líderes sentirán una sensación de fracaso cuando no sean más necesitados como solían serlo. El alguna vez fue el ve con “el tipo indicado” ya no es el jefe. Los “agradecimientos” y regalos comienza a fluir hacia otros que tu pusiste en su lugar, y tu ya no tienes en tus manos todas las palancas. Te deprimes un poco cuando te das cuenta que tu ministerio o negocio puede crecer sin tu omnipresencia. Hasta quizás puedas resultar con una palmada en tu mano de liderazgo cuando intentes asumir algo que has dejado ir.

El primer 90% de liderazgo es emocionante, pero el último 10% es lo que te define como líder.

El Rey Saúl no pudo llevar en el último 10%. David lo intimidaba. La ambivalencia de Saúl finalmente lo destruyó, tanto a él como a su legado. Si el rey Saúl hubiera llevado bien el último 10%, si hubiera entrenado a David en sus victorias en ves de tratar de sabotearlas, Saúl habría sido recordado en la historia bíblica como uno de los grandes líderes del antiguo testamento.

Cada líder exitoso  va a luchar contra el 10%. No es salir a los aplausos de una numerosa multitud que luego se dispersa rápidamente después de tu ocupación … como la multitud que se desaparece luego de una reunión de domingo.

En su lugar, puede ser sólo una docena o una docena de menos uno, que tomará el fuego, tomara el liderazgo, e ira a cambiar el mundo.

Esa será la verdadera medida del liderazgo de éxito … Es la sucesión.