Wayne Cordeiro
¿No hubo quien volviese y diese gloria á Dios sino este extranjero? Y díjole: Levántate, vete; tu fe te ha salvado (Lucas 17:18 y 19).
Estaba haciendo mis devocionales una mañana muy temprano en mi café favorito, algo me llamó la atención en este pasaje y tuve que parar y reflexionar. Los discípulos tercos habían justamente registrado una petición con el Señor unos cuantos versículos antes. “Aumenta nuestra Fe!” y la clase empezó con diez estudiantes extras… todos leprosos.
Solemos escuchar esta historia como un testimonio de sanación, pero esa mañana en la cafetería con la Biblia y mi diario, Dios no destacó la sanación; Él puso mi atención en la Fe de un corazón agradecido. La fe de este paciente con esta antigua enfermedad de Hansen fue realizada por completo cuando él expreso gratitud. Jesús le dijo, ” Anda, Sigue tu camino; tu fe te ha sanado.”Ese comentario fue hecho a un hombre agradecido, no sólo a un hombre sanado. El agradecimiento no es simplemente un buen gesto de la etiqueta correcta …
Es una expresión de Fe.
Algunas veces definimos a un hombre de fe como a alguien que puede predicarle a una tormenta o alguien quién inspira aplausos. Él puede ser el que experimenta sanación y milagros. En este ejemplo Jesús define la fe en un modo mucho menos reconocido-A aquel que fue agradecido Él dijo, “Anda, sigue tu camino; tu fe te ha sanado.” Él se ganó la atención de Jesús pues su fe incluía agradecimiento o expresiones de gratitud. Pero él fue uno de entre los diez!
En otras palabras, el único acto de agradecimiento genuino nos coloca en un 10% más arriba!
Nunca estamos por encima de mostrar agradecimientos: nunca por encima de expresar gratitud. Mientras más puedo expresar agradecimientos, más es refinada y hecha completa mi fe. Me pregunto si la mayoría de nosotros anda caminando con una fe incompleta y con una definición incompleta de lo que es la fe.
Jesús tomó el dar gracias y lo elevó al sacramento que llamamos Comunión. Si Él establece el ejemplo de aquel que esta listo a expresar gracias, entonces yo también, debo hacer lo mismo.
Jesús, mientras le hablaba al leproso sanado, nos recuerda que refinamos nuestra fe cuando añadimos gratitud genuina. Hay muchas veces cuando ando de arriba para abajo con una fe incompleta. Es como si el Señor nos incita a cada uno: “Refina tu fe, hazla completa; vivan sus vidas agradecidos!”
Tienes idea de cuantas veces Dios usa a la gente para cumplir nuestros sueños? Finalmente Dios los realiza pero Él usa un mensajero, una persona, un amigo por medio del cual fue cumplido. Cuando expreso agradecimiento genuino a ese alguien, en realidad estoy diciéndole gracias a Él!.
Luego después de este devocional, inmediatamente escribí notas de apreciación a seis individuos agradeciéndoles por la marca que han dejado en mi vida. Nunca quiero alejarme de esta lección.
Le estoy pidiendo a Dios que construya un corazón agradecido permitiendo que Su gracia llegue a ser más y más obvia en mi vida a medida que refino mi fe por medio de añadir a esta un espíritu de gratitud.