Wayne Cordeiro
“Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.” Lucas 8:40
Yo creo que las personas están esperando a Jesús. Esto es lo que quiero decir: miremos otra vez el verso, “Ellos habían estado esperando por Él”, para Su sanidad, Sus palabras, Sus instrucciones y Su presencia.
¡Creo que las personas están esperando a Jesús! Cada persona, independientemente de si sono no cristianos.
No están esperando palabras religiosas con tonos condescendiente. No están esperando más de lo mismo. Lo que ellos esperan es un toque genuino de Dios. Corazones están hechos para Su toque, y sin importar si lo reconocemos o no, estamos todos diseñados de esa manera.
La gente están esperando Su toque.
Ya sean cristianos o no, están esperando Su toque. Su palabra. Su presencia.
No importa si es mi esposa, o un miembro del personal, un empleado, o incluso un extraño, todos están esperando por Él … No, no por un sermón, no por un tratado religioso, no por un comentario condescendiente que tiene sentido bíblico. Ellos están a la espera de un verdadero toque de Jesús.
PERSONAS EN ESPERA
Hace varias semanas, mientras que registre para una ronda rápida de golf con mi esposa Anna, el apuntador salió desde su escritorio y dijo: “Pastor, ¿puedo hablarle un momento? No voy a ninguna iglesia, pero lo veo aquí de vez en cuando. ¿Podría darme algunos consejos? Hoy me siento herido. ”
Para los próximos 20 minutos, él abrió su corazón acerca de sus relaciones en su casa y cómo el fuego se había enfriado. Lo escuché; compartí con el algunas cosas, y luego oré por él entre de la zona de retorno del carrito y el fuente de agua. Éste domingo pasado, lo vi en la iglesia. Su aparencia se veía mucho mejor y con una gran sonrisa estrecho mi mano. Sabía que el había recibido un toque del cielo.
Él había estado esperando a Jesús.
La semana pasada, me detuve en un restaurante local con un amigo para comer. Enseguida después que la camarera se detuvo para darno el menú, una otra señora sentó a mi mesa y disculpandose dijo: “Sé que está ocupado y que está preparando para comer, pero yo sólo tenía que decir ‘gracias.’ El año pasado, yo estaba régistrada para una operación de mi corazón, y en la reunión de Pascua, oraste por mí. Yo fui para la cirugía y el cirujano me mandó a casa Y que no necesite la cirugía. Nunca tuve la oportunidad de decirle gracias.”
“No”, le respondí. “Yo solo llevo las buenas noticias. El regalo vino de Aquel que te ama de verdad, y su nombre es Jesús”.
“Bueno,” ella continuó, “tengo un otro problema ahora. Mi hermana fue encontrada muerta en un accidente de carro ayer. Nuestra familia no tiene ni idea de qué hacer. ¿Puede usted ayudarnos? “Puso su cabeza hacia abajo y empezó a llorar. Puse mi mano sobre su hombro y oré.
Ella esperaba a Jesús.
Mi esposa Anna está esperando hoy un toque de Jesús. Mi asistente está a la espera de una palabra de Jesús. Estoy escribiendo esto desde un “Starbucks” en Palm Springs, California. Yo sé que podría ir a cualquier persona y decir: “Disculpeme. No quiero molestarte, pero ¿podría asegurarles hoy del amor de Dios? Él quisiera que usted sepa cuan especial para Él es usted. ”
Ahora, al principio pueden pensar que eres un extraño, pero nunca olvidarán el suave toque de Jesús. Todo el mundo están esperando para Él.
Por debajo, los líderes tienen un manto de pastor sobre sus hombros. Nunca se olvide de eso. Podemos ocuparnos de los planes estratégicos, la reestructuración de las organizaciones, discurso público, la capacitación del personal y hacer inversiones para calcular aumento financiero. Pero al final de la línea tenemos que ser conscientes de esto. La gente están esperando a Jesús.
Así que … no los dejemos esperando. Sea un Pastor. Jesús ya ha preparado las citas. Sólo mira por ellos. Podría ser en una cancha de golf, un restaurante local, o incluso en tu casa. Pero no los mantengamos esperando.
Y, por cierto, quizás te gustaría saber … su manto comienza a ser notado.