Pastor Wayne Cordeiro

Recientemente un plantador de iglesias me pidió consejos para balancear su itinerario y poder incorporar a su familia y su ministerio mientras comenzaba su jornada pastoral.  Hay algunas disciplinas que yo añadí a mi vida que aun sigo después de mas de 30 años en el ministerio.

Cuando era un padre joven, yo sabia que la mejor disciplina que yo debía tener era la de mantener mi corazón en la Palabra de Dios. Mis devociones eran bastante frecuentes.  Para poder disciplinarme en este hábito yo ponía tres relojes despertadores en tres diferentes áreas de la casa.  Esto me obligaba a levantarme de la cama, caminar hasta donde estaban los relojes y apagar las alarmas.  Los tiempos eran difíciles financieramente como también escasos en mi tiempo discrecionario (yo tomaba 21 créditos universitarios por semestre para finalizar mi carrera bíblica en tres años en vez de cuatro), además yo era un empleado en YFC y tenia que mantener mi propio salario.  Esto me mantenía ocupado.

Había ciertas cosas que yo tuve que cortar de mi vida que me robaban mi tiempo. La primera fue la televisión.  La gente me preguntaba a cual equipo futbolista yo apoyaba durante el “Super Bowl” y yo les preguntaba, “Que es el Super Bowl?”  Las otras cosas fueron el ir al cine y algunos juegos.  Yo tenia que exprimir mi tiempo!  Fue una gran disciplina para mí, que aun rinde frutos hasta esta fecha.

Los lunes en la mañana yo llevaba a mis niños a desayunar una vez a la semana en McDonalds y después los dejaba en la escuela. Esa era mi rutina con ellos por la mañana.  Una vez que estaban en la escuela, me iba para un café para hacer mis devocionales diarios.  Hice esto por muchos años.  De hecho, cuando mi hijo Aaron estaba en la escuela superior, nos encontrábamos en el café para hacer nuestros devocionales juntos.  Mis hijos aprendieron a hacer sus devocionales cuando estaban en la escuela intermediaria.

Algunas veces hacia mis devocionales en el auto mientras Ana preparaba los niños para la escuela en la mañana.  Estas eran cosas creativas que se tenían que hacer para redimir el tiempo.

Mantén tus devocionales en alta prioridad en tu lista. Si te estas desviando, el Espíritu Santo te dejara saber con tiempo que se aproxima una caída.  Pero, si no estas enfocado en la Palabra puedes caer y no te darás cuenta hasta que sientas el reventón.

A temprana edad, yo también incluía a mis hijos en las cosas que yo hacía y lugares a los que viajaba para el ministerio.  Aaron ha estado en Japón, Myanmar, Australia, Israel y varios lugares en los Estados Unidos.  Mis hijas también.  Y hoy, aunque mi hija mas joven está en la universidad, mis otros dos hijos están en el ministerio a tiempo completo.

También llevaba a Anna a cenar una vez a la semana … a algún sitio que se ajustara a mi presupuesto, nada extravagante o caro, pero bonito y tranquilo.  Todavía lo hacemos!  Buscábamos una niñera por unas cuantas horas y ese tiempo semanal verdaderamente salvo nuestro matrimonio.  También hablaba mucho con ella.  Tú necesitas hacer lo mismo con tu esposa.  Ella necesita comunicarse contigo.

Durante las temporadas muy ocupadas del ministerio a ellas simplemente no les gusta sentir que ellas son parte del ministerio y tú no eres parte de ella.  Déjale saber a tu esposa que después de esta temporada tú y ella van a pasar tiempo juntos.  Haz reservaciones en un buen restaurante o simplemente pasen tiempo disfrutando el uno del otro.  Estas cosas me ahorraron años de problemas y me ayudaron a vivir por las cosas que verdaderamente son importantes.