Mi Corrector Ortográfico Interno

Wayne Cordeiro

Una entrada al devocional diario de Wayne Cordeiro.

Escritura

“!Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores; vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis. Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él.” (Actos 7:51 – 54)

Observación

¿Qué pasa si se hubieran arrepentido en lugar de otro? Realmente… Quiero decir, ¿qué si, en vez de estar enojados con Esteban, hubieran pedido perdón? ¿Qué si no hubieran estado enojados con los hechos y no hubieran tratado la verdad como condenación?

Aplicación

Me pregunto si hago eso, oh, podría ser de maneras mucho más sutiles, pero sin embargo, podemos tener el mismo intento. Parece generalmente en la manera que respondo a la verdad cuando es contraria a mis pensamientos y acciones. Se podría decir que es visto lo más fácilmente en mi “Factor de Corregibilidad.”

(Supongo que podría ser una nueva palabra porque mi corrector ortográfico de mi computadora sigue apareciendo sin cesar, tratando de corregir la palabra: “corregibilidad.”)

¿Me pregunto si tengo tales conclusiones equivocadas profundamente arraigadas, completamente colocadas en mi interior que el corrector ortográfico de mi corazón siga intentando de corregir lo qué debe estar corrigiendome?  Mi mecanismo de defensa empieza, mis racionalizaciones de auto-protección comienzan, y mi orgullo levanta su cabeza fea. Y en vez de ser corregido, yo estoy correctando ortográficamente todo según mi diccionario interno.

Oh, no estoy haciendo un caso para ser crédulos o para ser engañado fácilmente. Eso, no soy. Pero estoy haciendo un caso que cuando se presenta la verdad, yo lo reconozca en lugar de hacer el corrector ortográfico. Si se pide el arrepentimiento, mi deseo es que el arrepentimiento viene fácil.  Y cuando se oiga la verdad , mis oídos se regocijen en ella más que encogerse de ella.

Tengo que mantenerme sentado a los pies de Cristo, con su palabra, diariamente así que no  voy a estar sólo familiarizado con los sensatos de la verdad, pero mi hombre interior se regocijara cada vez que yo sospeche Su presencia.

También sé que en los últimos días, habrá más profetas falsos que verdaderos. Debo aprender, como Jeremías me advirtió una vez, “aparta lo precioso de lo vil” (Jer.15: 19) y al hacerlo, voy a ser capaz de discernir la verdad del engaño.

Necesitaré formar de nuevo mi diccionario interior para borrar los significados incorrectos que se atribuye a tales palabras como “verdad.” Entonces debo substituirla por una definición piadosa que me ayude a ver estas palabras como amigos y no como enemigos… como tutores y no como críticos.

Oración

Estimado padre, pido que abras mis oídos a la verdad y hagas  que mi corazón se regocije cuando la verdad gane. Entonces, puedo aprender verdaderamente a amarte y regocijarme en lo que me corrige más cercano a Usted… recordando que “(el amor) no se goza de la injusticia sino que se goza de la verdad” (1 Corintios 13:6).

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>